Muchas veces presumimos de saber palabras técnicas
para darnos de doctores y complicamos el mensaje o
cuanto menos lo ensuciamos.
Hay que hablar con claridad y con palabras sencillas,
que todos entiendan sin tener que rebuscar mensajes
ocultos o complicados. Es lo que se decía antes:
"Al pan.....pan y al vino, vino."
La mente humana es sencilla y las acciones y decisiones
que tomamos, son en base a esa sensación de sentimiento,
y decisión. Cuando hay que pensar mucho, la acción
se demora, deja de ser espontánea y no suele salir bien.
Tus mensajes que sean claros, sencillos y escasos.
Si son abundantes, marean y obligan a retener mucas
ideas al mismo tiempo por lo que se pierde efectividad.
Usa solo un CLAVO y un MARTILLO.
Una idea y una fuerza centrada en esa idea y verás como
se comprende y penetra; aunque tengas que dar a
veces, varias veces con el martillo, pero eso sí, siempre
en el mismo clavo, la misma idea.
Olvídate de palabras raras, por muy técnicas que sean
y busca la mejor manera de expresar tus ideas según
la mente de quien te va escuchar.
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