Hay verdades que son mentiras, hay mentiras
que son verdades a medias y hay medias
verdades y medias mentiras. Todo depende.
Depende de muchos factores.....de quien lo dice,
cuando , donde, cómo , porqué y para qué lo dice.
Sabemos que muchas veces la verdad duele y
en su lugar se usa la mentira piadosa.
Otras veces la verdad es tan fuerte que puede
conseguir mas mal que bien.
También sucede que no siempre es bueno decir
la verdad o revelar un secreto cuando puede
haber perjuicios para terceros.
En una palabra, si una mentira mil veces
repetida llega a ser verdad, una verdad puede
ser mentira si se la trata como tal y así
le interesa al que la oye.
Todos tenemos un filtro en la cabeza que nos
hace aceptar, catalogar y adaptar a nuestros
principios y costumbres, todo lo que se oye,
ve o se siente, con lo cual para nosotros
es verdad lo que aceptamos como tal, sea
o no coherente con la realidad.
Sabiendo esto hay que ver el modo que cada
cliente o grupo tiene de ver la vida y sus
propias conclusiones que no coinciden siempre
con la realidad de lo que queremos vender.
Adaptación a la mente, empatía, y adaptación
del producto a las necesidades reales del
cliente. Que suelen cambiar muy pronto.
El ejemplo mas reciente es Trump, ganó
las elecciones no con sus propios principios
sino alabando y mimando el de cada grupo
de oyentes; dando a cada pez su cebo preferido.
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