De nuevo, vuelve, insiste con lo mismo y
al final lo consigues.
La mente está deseando conocer respuestas
y la prueba la puedes hacer en tu trabajo
con tus compañeros; ´Pregúntales de qué color
es el coche aparcado junto al suyo.....casi
seguro que te dirán que no saben pero si
repites la pregunta en días sucesivos, verás
que te lo dicen antes que formules la pregunta.
Así pues, insiste en que el cliente responda a
algo sencillo pero precisamente por eso es
ignorado. Al obligar a centrar la atención
consigues que piense en tu producto con la
próxima pregunta que hagas.
Nadie quiere aparecer ignorante y todos queremos
saber mas.
Pregunta e insiste y conseguirás interesar al
cliente con tu producto que es el suyo.
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