Los viejos tenderos decían este refrán.
Y es verdad, cuando la calle estaba mojada,
cuando llovía, su cajón del dinero, estaba
vacío, seco. La gente no compra cuando
hay mal tiempo, o solo lo imprescindible.
Mientras que con buen tiempo, la alegría da
optimismo y abre los bolsillos para sacar
dinero y comprar.
Igual que el buen tiempo influye para comprar,
las noticias animan o desaniman.
Buen tiempo y buenas noticias, alegría y
optimismos que son las llaves de la compra.
Y es por eso que hay que evitar hablar
con los clientes de cosas que sean tristes.
catástrofes o desgracias, y menos de
política........lo triste encoge los bolsillos
y no saca dinero para compras.
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