"Loro viejo, no aprende"
"Pez viejo no traga anzuelo."
Los refranes son el recuerdo de
la sabiduría que durante años
hemos ido acumulando los humanos.
De ellos se aprende a no repetir los
mismos errores y a progresar en
las relaciones humanas.
"El viejo aprende menos que el joven,
y esto a su vez le hace mas desconfiado
por lo que los refranes anteriores son
bastante exactos, en general."
Para vender a un viejo, desconfiado ,
hay que darle argumentos adaptados
a su punto de vista y a sus propias
necesidades distintas de la del joven
o el adulto.
"Cada cual es cada cual
y tiene sus "cadacualadas"
Jamás, un buen vendedor, trata de
enseñar al viejo. Solo "informar",
mostrar, hacer ver....pero nunca
aconsejar. Solo pedirle su opinión.
Lo contrario del adulto. El adulto
quiere el consejo de una persona
experta, de confianza.
Y el joven, sabe lo que quiere y
lo quieres así y ya.
No es igual si es hombre o mujer.
Todos sabemos de los grandes
cambios a la hora de comprar
o aceptar ideas.
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